martes, 11 de noviembre de 2008

Como se Cambia el Mundo.

Como se Cambia el Mundo.

Desde pequeña, como todos los niños, decidí que algún día yo cambiaría el mundo. No lo eh logrado. Muchos dirían que es imposible. La mayoría, para ser exactos, piensa que el mundo esta completamente destinado al fracaso al igual que cada persona que lo habita. Yo no. Pero, por mucho tiempo, llegue a pensar que sería imposible para hacerlo. ¿Quien soy yo para cambiar al mundo? Existo; y eso es lo único que se necesita.

Cuando empecé mi campaña, no estaba decidida a nada. Solo era yo, una niña empezando un nuevo año, dispuesta más que nunca a cambiar. Comencé con una idea. Regresar a mi casa caminando. La escuela queda cerca de mi casa, y no pensé que me tomara mucho puesto a que estoy acostumbrada a caminar durante las vacaciones, o a ir al centrito o Alta brisa a pie. De cualquier forma, lo hice. Me puse de acuerdo con mis papas y desde el primer día salí por mi cuenta.

La primera ves me costo trabajo. Después de todo, salir después de un largo día de escuela con el sol de medio día no es cosa fácil. Pero lo seguí intentando. Diría que fue iniciativa o perseverancia, pero la palabra exacta es terqueza. No se que habría echo mi conciencia si no hubiera acabado mi proyecto.
Con el tiempo, cada vez la caminata se me hacia mas corta. Encontré nuevas rutas para llegar más rápido, o que simplemente me gustaran mas, hasta encontrar una que me gustara. Por mucho tiempo solo me dedique a mover las piernas mientras disfrutaba del paisaje. De vez en cuando me detenía por un respiro o a ver las tiendas; solo era un paseo.

Pasaron al rededor de dos meses hasta que llego el día en el que empezó todo. Estaba yo caminando como de costumbre, pero con una extraña sensación de que me estaban siguiendo. Me di la vuelta disimuladamente para descubrir el principio del cambio. Era un chico de por lo menos dos años más que yo. Tenía la mochila en la espalda y la frente llena de sudor. Primero pensé que era una coincidencia. Pero al día siguiente, lo volví a ver. Nuestras rutas solo coincidían por media cuadra, pero el estaba ahí. Para entonces, aun no tenía idea de lo que estaba empezando. Dos semanas después, me crucé con tres estudiantes de medicina que iban en dirección opuesta a mi. Al mes, ya eran cinco personas que caminaban. No se cuales eran sus rutas, ni a donde ni que tanto caminaban. El punto, es que lo hacían. Y yo, seguí pensando que era coincidencia hasta el día que mi hermano me menciono, una tarde, que vimos a un niño caminando con su equipo de karate.
"Jaja" me dijo en un tono casi sarcástico. "¿Ya lo viste? Les damos mal ejemplo a los padres. Ya pusieron al pobre niño a caminar."
En ese momento pensé por primera vez desde hace ya mucho tiempo que era posible que yo cambiara a el mundo.

Se que ahora parece una exageración. El mundo no cambia por seis personas mas que caminen. No van a fundar una ciudad o a hacer un día celebre por que una niña decidió regresar caminando a su casa. Pero esto me hizo pensar.
La vida cambia constantemente. Cada temporada cambia la forma de vestir de la gente o la forma general en la que se comportan. La dichosa moda cambia a más del 70% de los adolescentes en el transcurso de dos meses. Y, sí cada temporada cambian por la moda ¿no se podría cambiar al mundo por algo mejor?
Con una sola persona, cosa o animal que de la idea correcta, de la forma que sea, podría cambia a las personas una por una, en un círculo de cambios que llegarían a recorrer el mundo entero. Con este único echo de existir y dar una iniciativa a las personas, y que esta sea lo suficientemente fuerte para que se transmita, el mundo cambia. Ah cambiado muchas veces en el pasado, y volverá a cambiar. Mientras sigamos dando iniciativas, solo un ligero cambio en nuestras vidas que motive a alguien mas, no estamos perdidos. Nunca lo hemos estado. Y yo, algún día, voy a cambiar al mundo.

Contador